Deforestación por invasión de colonos
La invasión a la Reserva Biológica Indio-Maíz es un fenómeno que continúa. En las comunidades de los municipios aledaños a la reserva, se han conformado redes de traficantes de tierras dedicados a delimitar áreas dentro del bosque para luego venderlas a colonos procedentes del interior del país, principalmente de los municipios El Ayote, Nueva Guinea, Rama, El Tortuguero, El Almendro, San Miguelito y Bluefields.
Estos vendedores de tierra tienen organizada una red que les permite identificar a grupos de 20, 30 y hasta 50 personas que, una vez acordada la transacción, son trasladadas desde sus municipios y ubicados en las zonas invadidas, los precios de la tierra varían entre C$ 800 (US$ 25) a C$ 12 mil (US$ 380) por manzana cuadrada, en dependencia del sector y las condiciones del área.
Estos lugares son vendidos en lotes de 25 y hasta 100 manzanas. Con la llegada de más y más colonos han aumentado y se han ampliado los siete asentamientos desde los que se dirige y profundiza aún más la invasión en el municipio de El Castillo: San José de las Brisas, la Mariposa, Sinaí, Cristo Rey, La Danta, Nueva Samaria, y Nueva Jerusalén.
Esta invasión amenaza la estabilidad del ecosistema que justifica la categoría de manejo de Reserva Biológica, según el reglamento de áreas protegidas de Nicaragua una Reserva Biológica es “ una superficie que posee eco regiones y ecosistemas representativos inalterados, valores étnicos y especies de importancia, destinadas principalmente a actividades de investigación científica y/o monitoreo ecológico”.
Hasta hace pocos años esta reserva se mantuvo en muy buen estado de conservación gracias a los diversos esfuerzos que se realizaron durante años tanto por instituciones como organizaciones ambientalistas. En la actualidad con las diferentes presiones ejercidas la estabilidad de la misma esta en peligro.