La crisis sociopolítica en la que está sumida Nicaragua desde las protestas de abril, las cuales han sido reprimidas por el Gobierno dejando un saldo de más de trescientos asesinados, también implica un golpe fuerte para el medioambiente.

Así lo considera el experto en cambio climático del Centro Humboldt, Alejandro Alemán, quien valora que actualmente la parte operativa ambiental no está funcionando.

Más bien, pareciera que la mayor parte de las estructuras del aparato gubernamental están en función de contrarrestar la protesta ciudadana, indicó el experto.

El Gobierno tiene varias deudas ambientales pendientes con la población, entre estas, la construcción de una Política Nacional de Cambio Climático, la presentación del Plan Nacional de Recursos Hídricos, y las acciones posteriores al incendio en la Reserva Biológica Indio Maíz y las miles de hectáreas que fueron consumidas por el incremento de incendios forestales.

Esto último provocó que el mismo Gobierno decretara una alerta amarilla y prohibiera las quemas agrícolas hasta la entrada de la estación lluviosa.

Para Alemán, cualquier política enfocada en reducir vulnerabilidades o propiciar adaptación al cambio climático actualmente está estancada. Incluso, la presentación de las Contribuciones Nacionales Determinadas, que son las acciones a las que se comprometería el país para aportar a la meta del Acuerdo de París, que el Gobierno suscribió en el 2017, no la ha hecho.

La construcción de esos compromisos implicaría una consulta con diversos sectores de la sociedad; sin embargo, “el Gobierno ya no tiene legitimidad”, expresó.

Antes que iniciara la crisis en el país, la propuesta de la Política Nacional de Cambio Climático había sido presentada al sector empresarial, el mismo que ahora demanda al igual que la sociedad civil, la salida del poder del presidente designado Daniel Ortega.

El experto considera que a nivel internacional, en la próxima Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24), deberán comprender por la situación que ha atravesado Nicaragua.

Reservas a la deriva

Con el incendio en la Reserva Biológica Indio Maíz, la opinión pública volteó la mirada al deterioro por el que atraviesan las áreas protegidas en el país, amenazadas, principalmente, por la invasión de personas que desarrollan otras actividades no acorde con la vocación natural de sus suelos.

Al respecto, el oficial de industrias extractivas del Centro Humboldt, Jurgen Guevara, explicó que la crisis sociopolítica también afecta en términos ambientales. Una muestra de ello es que la frontera agrícola sigue creciendo y eso, a largo plazo, va a impactar significativamente en las áreas de bosque y las áreas naturales protegidas, incluyendo sus zonas de amortiguamiento, al provocar más incursión humana.