Ganaderos “repastan” la Indio-Maíz

Basado en el monitoreo ambiental que realiza el Batallón Cívico Indio-Maíz podemos afirmar que existe y está en aumento la presencia de grandes ganaderos en la zona núcleo del área protegida.

En la totalidad de los casos reportados estas personas son hombres adultos que viven y tienen tierras en otros municipios de Nicaragua (El Ayote, Santo Tomas, Nueva Guinea, El Tortuguero, San Miguelito y El Almendro).

Estas personas han iniciado a usurpar desde hace relativamente poco tiempo (máximo 5 años) grandes extensiones de bosque (entre 200 y 3 mil manzanas) que adquirieron a través de traficantes de tierras locales pagando precios que oscilan entre C$1,500 (US$ 48) y C$ 3 mil (US$95) cada manzana.

Una vez usurpada la propiedad es sometida a cambio de uso de suelo a través de la deforestación y quema, pasando directamente de bosque primario a potrero, en varios casos con pasto mejorado.

Para realizar todo el trabajo de campo el ganadero lleva de otra zona a uno o varios trabajadores de confianza que se desempeñan como capataces.

Estas personas son las encargadas de organizar la deforestación, trasladar equipos, materiales y herramientas (motosierras, gasolina, alambre de púas, semilla de pasto, otros), construir la infraestructura básica (casa, corral, cercas) y contratar a colonos locales para las labores.

En varios de los casos se ha detectado que los capataces están armados y tienen la comunicación directa con el ganadero que entra a la propiedad pocas veces al año.

Las áreas que estos ganaderos deforestan por año varían entre 40 a 400 manzanas, dependiendo de la capacidad económica que tiene cada uno.

Cuando se ha establecido el pasto se traslada el ganado de engorde (novillos) que luego de algunos meses sale nuevamente para ser comercializado.

Llama la atención que mucho del ganado encontrado en la zona núcleo de la reserva se encuentra enchapado lo que hace suponer que forma parte del proceso de trazabilidad que maneja el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA).

Ante esta situación surge la necesidad de saber si dentro de este sistema se encuentran autorizadas las áreas de pasto dentro de la Indio-Maíz o simplemente el sistema es ineficiente.