“Acotado” es un término utilizado por personas en el municipio de El Castillo que describe los primeros pasos en la “tala-roza-quema”. A través de esta práctica se elimina el bosque para crear nuevas áreas de agricultura y ganadería.

En la Reserva Indio-Maíz los acotados están aumentando debido a la llegada masiva de personas. En muchos casos las personas que invaden las propiedades realizan esta práctica pero también se suele contratar el servicio entre vecinos. Actualmente, según pobladores de la zona, se están pagando C$ 1,500 (US$ 55) por acotar una hectárea de bosque en el área protegida. El contratado debe asegurar la motosierra y gasolina para realizar el trabajo.

La “socola” es la primera parte para acotar un terreno.  En este momento se corta la vegetación que se encuentra debajo de los árboles (arbustos, lianas, etc). Para finalizar el acotado se talan los árboles de pequeño y mediano tamaño. Toda la vegetación se deja en el área esperando el verano.

El camino de muerte finaliza cuando las ramas, tallos y hojas se han secado. En este momeno se procede con la quema del terreno, dos o tres meses despues del acotado. De esta manera, año con año, se pierden miles de hectáreas de bosque, dejando en cenizas lo que antes fueron áreas de abundante biodiversidad.

En el municipio de El Castillo, durante el verano, las autoridades locales tratan de controlar las quemas agrícolas que realizan productores y productoras. Sin embargo la normativa no se aplica en la zona núcleo de la Reserva Indio-Maíz. El Ministerio de Agricultura (MAG) manifiesta que es potestad del Ministerio del Ambiente y los Recurso Naturales quien, a través de los guardabosques, recopila datos pero no detiene la destrucción.